El evangelista Jinwook Kim fue apuñalado en las calles de la ciudad de Diyarbakir, en el sureste de Turquía el 19 de noviembre de 2019. Más tarde murió en el hospital a causa de sus heridas; tenía 41 años. La Dirección de la Subdivisión de Seguridad Pública de la Oficina de Homicidios ha arrestado a un sospechoso de 16 años y se está llevando a cabo una investigación.
Kim había llegado a Diyarbakir con su familia a principios de ese año y estaba pastoreando una pequeña comunidad de Cristianos. El agresor apuñaló a Kim tres veces: dos veces en el corazón, una en la espalda. Los funcionarios, sin embargo, afirman que el incidente ocurrió en un esfuerzo por robar el teléfono de Kim.
Los creyentes locales instan a las autoridades a investigar el incidente como un asesinato, en lugar de un intento de extorsión.
Kim estaba casado y tuvo dos hijos, había vivido en Turquía durante cinco años.
Kim es el primer Cristiano asesinado en Turquía desde los asesinatos de la editorial Zirve en 2007, que dejaron a tres cristianos martirizados en Malatya. Los cristianos que viven en Turquía han reportado un aumento en el acoso, las amenazas y otros incidentes no violentos en los últimos tres años. Turquía es considerado un país de nivel 2 de especial preocupación por la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos.
«Este es el primer martirio desde Malatya. El gobierno turco ha comenzado una deportación masiva de líderes protestantes que sirvieron en Turquía durante muchos años», dijo un líder de la iglesia. « Pero la deportación no es suficiente para los evangelistas. Este tipo de ataque los asustaría. Creo que este es el último nivel de un plan, ser como China».
«Esto no fue solo un robo; vinieron a matarlo», agregó un evangelista turco, que recibió una amenaza de muerte al día siguiente de este incidente. « Siempre recibimos amenazas. Un hermano profetizó hace unos días que ellos (el gobierno) van a echar a estos extranjeros, y probablemente matar a algunos hermanos turcos. Van a causar caos. Ellos saben que estoy tratando de difundir el Evangelio, por lo que pueden atacarme a mí también. Esto puede ser una señal».
Claire Evans, Gerente Regional de ICC para el Medio Oriente, dijo: «Eldolor entre la comunidad cristiana de Turquía se siente fuertemente, junto con una gran conmoción y miedo. El martirio no es normal en Turquía, y este incidente lamentablemente muestra cuánto ha cambiado el país. Justo ese año, hemos visto un aumento significativo en los incidentes que demuestran cómo el ambiente se ha vuelto más hostil hacia el cristianismo. Oramos por la paz de Dios para ellos a través de ese momento difícil. También instamos a las autoridades a dar ejemplos públicos de tolerancia religiosa e investigar este incidente con honestidad y el debido proceso legal».
A todos les instamos a seguir orando por nuestros hermanos que sufren cada día persecución y hasta la muerte.
