Pastor asesinado a tiros después de enseñar en la Escuela Dominical en Los Ángeles

El pastor Reginald Moore, de 67 años, recibió un disparo en el pecho poco antes del mediodía del 24 de octubre, fuera del Centro Cristiano Upper Room, donde acababa de enseñar en la Escuela Dominical. Fue encontrado tirado en la calle todavía agarrando su Biblia.

Estaba caminando hacia su automóvil antes del servicio principal de adoración en la iglesia, dijeron miembros de la familia al L.A. Times.

«Las personas que le dispararon tenían que saber que venía de la iglesia, que estaba indefenso, solo un anciano discapacitado que caminaba hacia su automóvil», dijo Raymond Sanders, sobrino de Moore, a The Times.

Las autoridades creen que el pastor era el objetivo previsto, pero no han establecido un motivo, dijo el teniente del sheriff Charles Calderaro.

En su último estudio bíblico, Moore enseñó sobre la importancia de buscar el perdón, en lugar de dejar que la ira se convierta en rabia o amargura.

«Él estaba discutiendo cómo puedes estar enojado, pero no pecar. Estaba diciendo que puedes estar enojado, pero aún así ser una mejor persona, un mejor hombre, un mejor padre al no recurrir a la ira», dijo Sanders.

Sanders dijo que su tío perdonaría a la persona que le disparó.

Un testigo describió un sedán gris que aceleraba desde la escena del asesinato cerca de Compton Boulevard y Dwight Avenue, según el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles.

Moore no tenía afiliaciones a pandillas y estaba completamente dedicado a su llamado como ministro de la iglesia.

«Era el tipo de persona que siempre hablaba de la palabra de Dios, y para él simplemente caminar hacia su auto después de enseñar sobre el Señor y ser asesinado de esa manera, bueno, simplemente no hay palabras», dijo Sandra Gladney, sobrina de Moore, a The Times. «Este espíritu asesino es el enemigo. Esto es entre el bien y el mal. ¿Quién se acerca a la gente sin conciencia y simplemente hace esto?»

Moore a menudo predicaba sobre los pandilleros que deponían sus armas y alentaba a la gente a ir a la iglesia.

«Estaba ahí fuera tratando de ganar almas», dijo Gladney.