«En la guerra no hay vencedores, sino incontables vidas que quedarán destrozadas».
Filippo Grandi, alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, anunció que su oficina, ACNUR, fortalezerá su capacidad en Ucrania y los países vecinos ante la ola de desplazados y refugiados tras la invasión rusa.
Shabia Mantoo, portavoz de ACNUR, dijo a la agencia AFP: «Creemos que unas 100.000 personas ya deben haber dejado sus hogares y pueden estar desplazadas dentro del país, y varios miles han cruzado las fronteras internacionales».
Los principales destinos de quienes intentan huir en medio de la angustia y la desesperación son los países fronterizos de Polonia, Eslovaquia y Hungría.
Grandi urgió a los gobiernos vecinos de Ucrania a dejar sus fronteras abiertas para las personas que buscan protección.
El ministro de defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, ya había advertido en diciembre que «una gran guerra en Ucrania hundiría a toda Europa en una crisis y daría lugar a una ola de entre tres y cinco millones de refugiados».