¡Salva tu Matrimonio!

¿Permitiría que su familia sea destruida?

Basado en Hechos reales:

Hace poco que Beverly La Haya, presidenta y fundadora de Las Mujeres Cristianas de América, estaba viajando por avión para hablar en una conferencia. Estaba sentada al lado de una mujer joven y atractiva. Cuando la camarera trajo la comida esta mujer no la aceptó.

Beverly la miró y dijo: «Veo que usted no está comiendo. ¿No se siente bien, o es que no tiene hambre?»

 «No es por eso» dijo la mujer, «No estoy comiendo porque estoy ayunando.»

«iGloria a Dios!» exclamó Beverly. «Usted ha de ser cristiana.”

«iNunca!,» dijo la mujer con vehemencia, «Soy una bruja.’

«iUna Bruja! ¿Y está ayunando?» Beverly preguntó con sorpresa. Luego, ¿qué es su propósito en ayunar?»

La mujer joven contestó que ella, y un grupo numeroso de brujas en todo el país estaban ayunando y constantemente orando a Satanás, pidiéndole que destruyera todos los matrimonios.

«¿Usted quiere decir que está orando a Satanás por esta petición?»

Sí,» dijo la mujer.» Todas las familias en todo el mundo deben ser destruidas.»

 Era difícil para Beverly creer lo que había oído, y se quedó asombrada y entristecida al descubrir que una cosa así pudiera suceder.

A mí también me dio tristeza oír esto. Es una cosa terrible saber que cualquiera puede orar a Satanás por cualquier cosa, pero a la vez es maravilloso saber que, no importa cuántos oren a Satanás para que destruya las familias, y obre maldades, él no tiene ningún poder sobre los hijos de Dios que moran en Cristo y viven cubiertos por Su sangre. Yo me alegro de que Satanás no tiene dominio sobre mí, y usted tampoco tiene que permitir que Satanás le domine.

Cuando oí esta historia comencé a pensar y comprendí porqué Satanás quiere destruir todos los matrimonios. Es porque él odia a Dios, y fue Dios mismo quien instituyó el matrimonio, y estableció la primera familia.

La familia fue el plan de Dios para la raza humana cuando creó al mundo.

Él tenía en Su plan que un hombre tuviera una mujer y que una mujer tuviera sólo un marido, para que se nacieran hijos santos de esa unión. (Malaquías 2:13) Por esa razón el diablo quiere destruir a todas las familias, y destruiría a su familia si pudiera.

El utiliza muchos métodos para destruir. Es muy astuto y engañador en su obra diabólica.

No tengo tiempo para hablar de los muchos métodos que usa Satanás para destruir, pero sí quiero decir que, si hay problemas en el hogar, (odio, peleas, resentimiento, amargura, falta de bondad, etc.) de parte de cualquier miembro de la familia, podemos estar seguros que eso no proviene de Dios, sino de Satanás mismo.

Él quiere destruir su hogar, él quiere destruir su matrimonio, Él quiere destruir su familia, Él quiere destruir su tranquilidad, Él quiere destruir su gozo, Él quiere destruir su salud.

Él quiere destruir todo lo bueno que Dios le ha dado y a veces él logra hacerlo simplemente por una sencilla razón: La Falta de Conocimiento. La Biblia dice en (Oseas 4:6)

Mi pueblo es destruido por falta de sabiduría.» Y esto quiere decir la sabiduría que se encuentra en la Palabra de Dios.

Muchos hogares han sido destruidos porque sus miembros, (esposo, esposa, hijos, padres) no sabían lo que Dios quería que hicieran.

Muchas esposas han sufrido mucho por la falta de sabiduría, y muchos esposos han sufrido por las acciones de sus esposas. Por lo tanto tengo algunas cosas que deseo compartir con todos—la sabiduría—lo que Dios quiere y espera de nosotros como mujeres y esposos cristianos; más bien lo que Dios requiere de todo cristiano.

(Santiago 4:7) nos dice, «Someteos a Dios. RESISTID al diablo, y de vosotros huirá.» He aquí algunos consejos que nos ayudarán a resistir los ataques de Satanás cuando él nos ataca para destruirnos.

  1. Dedique un tiempo para estar solo con Dios todos los días. Cuando pasamos tiempo con Jesús, Él no solamente nos llena de Sus bendiciones, sino que a veces El comparte con nosotros Sus deseos más profundos. Jesús quiere que pasemos tiempo con Él y que no nos apuremos para salir de Su presencia. ¿Ha descubierto usted ese lugar secreto de oración con el Señor?

¿Tiene usted un cierto tiempo cuando puede hablar con Dios, sin ser interrumpido?

¿Es usted fiel en guardar ese tiempo sagrado para Dios?

Las dos cosas más importantes en su vida son su comunión con el Señor en oración, cuando usted habla con El, y el hecho de que El puede hablarle a usted por medio de Su Palabra.

  • No confíe en ninguna cosa para tener felicidad aparte de Jesús.
  • La Biblia no dice que encontraremos felicidad en el matrimonio, pero sí nos urge a buscar la paz entre nosotros, a ser fieles el uno al otro, a amarnos el uno al otro, a humillarnos del uno al otro, a perdonarnos el  uno al otro… Y la lista puede seguir .

En realidad cuando el Señor me estaba hablando acerca de este tema yo hice una lista de algunas cosas que pueden ayudarnos mucho si las ponemos en práctica en nuestra vida diaria. (He incluido esta lista al final de este artículo.)         

¿Sabía usted que es muy importante la manera en la cual tratemos a nuestro cónyuge? Es tan importante que Dios nos dice en (1 Pedro 3:7) que, si no tratamos bien a nuestro cónyuge, nuestras oraciones serán impedidas. En otras palabras, Dios no se ve obligado a contestar nuestras oraciones si no somos bondadosos el uno con el otro.  

Dios no dijo que el camino sería fácil, que sería fácil perdonarnos, someternos, humillarnos, pero sí dijo que Su poder es sumamente grande para ayudarnos. No le fue fácil a Jesús someterse a la voluntad de Dios, pero lo hizo. (Hebreos 12:2-4) lo prueba. En el Jardín de Getsemaní Jesús oró, «No se haga mi voluntad, sino la Tuya.»‘ El hecho es que El oró tres veces para que Dios le quitara la copa de amargura, la cual estaba por tomar. Esto prueba cuán difícil fué para Jesús.

No fue fácil, pues Él fue falsamente acusado delante de Pilato y el Sumo Sacerdote—cuando los soldados le golpearon en la cara, con sus puños, cuando le tiraban la barba, cuando fue azotado, cuando la corona de espinas le fue puesta, cuando los clavos atravesaron Sus manos y Sus pies, cuando fue alzado delante del mundo, desnudo. A Él no le gustaba esto. Más bien quería escapar de estas cosas humillantes y dolorosas. Pero lo hizo porque era lo que Su Padre quería. Era la obra que Dios le había señalado que hiciera.  

 Yo también deseo hacer lo que Dios quiere que yo haga (las cosas que se encuentran en la lista al final de este artículo). Yo quiero seguir la Palabra hoy.

RECORDEMOS lo que damos a nuestro matrimonio, en nuestra familia, en nuestra relación con otros, es lo que se nos devolverá y se nos multiplicará.

Lucas 6: 38 “Dad, y os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo: porque con la misma medida que os medís, os volverán a medir.”

¿CÓMO TRATAR A SU CONYUGUE?

Sea amable a él (Efe. 4:2)

con amor (Juan 15:9, 12; Rom. 12:10)

Sea paciente (l Tes. 5:14)

Con elogios (Efe. 5:33)  

Sea humilde y compasivo (l Ped. 3:8)

Con devoción (Rom. 12:10)

Sea fiel a su Con respeto (Efe. 5:33)

Nunca con honor (Efe. 5:33; Rom. 12:10)

NO se queje de su cónyuge (FiIip. 2:14)

Ore por su cónyuge (Sant. 5:16; 1 tes. 5:17)        

No se enoje con él (Efe. 4:31)

Con cortesía (l Pedro 3:8; I Cor. 13:4)     

No sostenga discusiones (l Cor. 1:10.)

Con bondad (Salmo 37:3)

No le hable con palabras groseras (Efe. 4:31)

Anime a su compañero (Filip. 2:1-2)       

No sea celosa (l Ped. 2:1)

No critique sus faltas (Efe. 4:12)               

No le juzgue ni le condene (Lucas 6;37)

Con consideración (l Ped. 3:7)

 No guarde amargura hacia él (Heb. 12:15; Col. 3:9; Efe. 4:31)

Sírvale con’ alegría (Rom. 12:11) Pórtese con cuidado y sabiduría (Efe. 5:15)