Como debe vivir un Cristiano en tiempos como estos

El cristiano siente dos grandes fuerzas operando en el mundo hoy el espíritu de Dios contra los poderes de oscuridad. Por un lado de un movimiento sin precedente del espíritu de Dios obrando para cambiar las vidas. Y al otro lado encuentra una inundación sin precedente de inmundicia, ocultismo coma corrupción que está arruinando las vidas.

El problema del creyente parece ser el de mantener un espíritu victorioso frente a esta paradoja. Sinceramente no es mucho en lo natural para que tengamos optimismo, pero el optimismo del cristiano se basa en su comunión con el señor. Él sabe que Dios tiene todo bajo control. Cuando Jesús estaba en el mundo él dijo “toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Él tiene el poder para controlar el abastecimiento de nuestras necesidades tanto físicas como emocionales y espirituales. “Confiad”, Él mandó “yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Su manera de vivir apoyaba sus palabras. Toda su confianza estaba en la grandeza y la misericordia de su padre en el cielo. Sin el beneficio de una familia de influencia social, sin el apoyo financiero o una amistad política, el estableció el reino de Dios, operando con sólo un puñado de hombres decididos

Nada podía detener su ministerio. Ni el fracaso de algunos seguidores en quienes tenía confianza. Ni el odio de los enemigos celosos. Ni siquiera la muerte misma. Mientras él se movía en la voluntad de Dios como Dios proveían o solución para cada necesidad: una moneda en la boca del pez para pagar los impuestos; un banquete para los millares con la pequeña merienda de un muchacho; sanidad para tantos cuerpos enfermos.

“Yo he vencido al mundo”, el dijo. El mundo de su día no le derrotó. Por lo tanto como el mundo de nuestro tiempo no debe derrotarnos, porque Cristo Mora en nuestros corazones y él es “la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27).

La falta de empleo, la escasez, la inflación no tenemos que tener la si sabemos que Dios es la fuente de nuestro abastecimiento. El salmista hablando con confianza dijo, “Jehová es mi pastor, nada me faltará” (salmos 23:1). Ya cuando era anciano David dio testimonio dicional de la provisión de Dios: “joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan” (salmos 37:25).

La misma verdad se repite (Mateo 6 : 33) donde Jesús promete que si buscamos “primeramente el reino de Dios y su justicia” las cosas necesarias de la vida no serán dadas.

Dios no va a sufrir un receso, ni conoce la escasez punto de “Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo, y los que en el habitan”  (salmos 24:1)

Por supuesto, nosotros los humanos, sentiremos la presión del mundo alrededor de nosotros. Pero no tenemos que desalentarnos. Más bien, podemos decir como dijo un cristiano en una crisis “va a ser muy interesante ver cómo Dios va a sacarnos de esta situación”.

Podemos tener el mismo espíritu de triunfo si seguimos las reglas bíblicas de confianza en Dios, moderación, y esperanza.

UN ESPÍRITU DE CONFIANZA

No debemos poner nuestra confianza en nosotros mismos o en nuestros amigos, sino en aquel que nos hizo. Jesús dijo “tened fe en Dios”.

Si nuestra fe se encuentra solamente en Dios no tendremos que preocuparnos en nada …

vea (Filipenses 4:6). Más bien podremos “dar gracias a Dios, porque está es la voluntad de Dios en Cristo Jesús”. (1 Tesalonicenses 5:18). Es Dios, no las circunstancias favorables, que será nuestra fuente de gozo duradero.

UN ESPÍRITU DE MODERACIÓN

El apóstol Pablo escribió: “el fruto del espíritu es punto.. templanza” (Gálatas 5:22). Nuestra manera de vivir debe reflejar un espíritu de moderación hacia las cosas temporales. Como dijo uno: nosotros somos peregrinos y extranjeros no somos caballeros de nobleza. Por lo tanto no debemos ni despreciar las cosas Ni adorarlas. Son para nuestro uso, pero nada más.

Alguien a observado que nuestro sueldo debe ser como los zapatos: no demasiados pequeños o nos apretaran; no demasiados grandes o tropezaremos.

UN ESPÍRITU DE ESPERANZA

La palabra escrita-la Biblia- y la palabra viviente- Jesucristo- debe ser nuestra esperanza para la vida ahora y para la eternidad. Es duro siempre están claro y luminoso como las promesas de Dios punto así que debemos meditar en las promesas de Dios más que las noticias del mundo. Que siempre recordemos que no podemos fracasar cuando nuestra esperanza está en la sangre de Cristo y su justicia.

Por lo tanto enfrentemos el día de mañana con un espíritu victorioso y positivo. La fe es la herencia de los que conocen a Dios personalmente. ¿Por qué preocuparse cuando él tiene todo bajo su control?