Testimonio | Todo es posible para Dios

Uno de los milagros de sanidad más dramáticos que hayamos visto a través de los años fue en Minas, Uruguay; un pueblo pequeño que en esa época tenía una población de solamente 30.000 habitantes. No les culparía si encuentran lo que les voy a contar difícil de creer. Pero yo estuve allí y vi cómo se realizó progresivamente en el periodo de un mes.

El primer año que estuvimos en Minas, predicamos noche tras noche, como lo hemos hecho durante los últimos 25 años. Todos los años celebramos una campaña en Latino-américa que dura entre tres y cinco meses. Una noche, mientras me apoyaba en la rejilla que habíamos construido alrededor de la plataforma, mi mirada cayó sobre una mujer sin ojos en la cabeza. Había sufrido una enfermedad poco conocida que le había destruido los ojos, dejando en su lugar las aberturas vacías de las cuales escurría constantemente líquido. Tenía en la mano un trapo con la cual se limpiaba la cara cada pocos minutos. Esta mujer había sido ciega por veinte años-nueve de éstos sin ojos.

Tengo que confesar que, al pensar en que si se sanaría, mi fe no era grande. Simplemente me daba mucha pena su condición. Al regresar al hotel después del servicio, le comenté a Elva de que era bueno que esa mujer sin ojos había podido atender la prédica. “Por lo menos alzó la mano indicando que quería aceptar a Cristo como su Salvador” le dije.

No dije que no se sanaría porque hemos visto muchos ciegos que recuperan la vista. Pero nunca había visto una persona sin ojos, recibirlos por medio de la oración de fe. Oramos por los enfermos la primera noche que Estuvo presente como siempre lo hacíamos, una oración general para toda la congregación. La persona Pone sus manos en la parte afectada del cuerpo Mientras que, en unión, repiten la oración de fe. Oramos así porque sirve de ejemplo-la persona aprende a orar de esta forma. En Minas, la mayoría de los que asistieron a esta campaña probablemente no sabían de la existencia de la Biblia. Los que sí sabían de su existencia, nunca habían visto ni tocada una Biblia. Pero la fe es un proceso simple-y cuanto más nos acercamos a Dios con la fe de una criatura-más efectiva es Supongo que habían pasado dos semanas desde la primera vez que habíamos visto a esta hermana sin ojos, y no había faltado una sola noche de la campaña. Todas las noches la encontrábamos allí, apoyándose en la rejilla, cuando llegamos para dirigir el servicio.

Una noche miré a su cara con más atención que de costumbre, y vi que en una de las cuencas que hasta ahora habían estado vacías, ¡estaba creciendo un globo del ojo! No se veía muy bien-parecía un simple pedazo de carne, pero se podía discernir el movimiento de ese ojo al pedirle que mirara en diferentes direcciones. Cada noche que pasaba se aclaraba la visión hasta que podía distinguir los colores de mi corbata.

El otro ojo seguía en la misma condición, un hueco vacío y mojado en la cara. Pero poco a poco, mientras pasaban las semanas, vimos que del ojo ya no escurría líquido y un globo comenzaba a formarse. Al terminar la campaña, tres meses más tarde, le pregunté como de costumbre, “Hermana, ¿me puede ver?” Estábamos parados a unos 8 metros el uno del otro-yo sobre la plataforma y ella en su lugar de siempre entre la congregación.

“¡Si, hermano!” exclamó, “¡puedo ver muy bien!”

La examinamos bien y probamos a las multitudes presentes, por medio de varias pruebas para la vista, que Dios en realidad había hecho un gran milagro.

Si encuentran esta historia difícil de creer, entiendo muy bien. Pero lo mismo pasó cuando los cojos, ciegos y mancos fueron llevados a Jesús para ser sanados. En Mateo 15:31 vemos que “…se maravillaban las gentes, viendo hablar los mudos, los mancos sanos, andar los cojos, y ver los ciegos…

Si busca este versículo en el paráfrasis de la Biblia “Dios Habla Hoy”, vemos que la frase, “los mancos sanos,” se traduce, “…a los que les faltaba un brazo o una pierna le salían nuevos brazos o piernas…”

Como se puede apreciar nada es difícil para el Señor con la condición de nuestra fe no límite su poder en nuestras vidas.

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